Artroscopia de Cadera
Cirugía
ARTROSCOPIA DE CADERA
La artroscopia de cadera es una técnica que, aunque se ha descrito hace años , se ha desarrollado y puesto en mayor práctica los últimos años. La cirugía de cadera, al igual que ha sucedido en la rodilla para las intervenciones de menisco o de ligamento cruzado anterior, se realiza cada vez más mediante las técnicas mínimamente invasivas, siendo el abordaje mediante artroscopia uno de los más habituales.
La artroscopia de cadera permite diagnosticar y tratar muchas de las patologías que hasta hace pocos años los cirujanos nos planteábamos realizar mediante un abordaje con cirugía abierta. El mayor conocimiento de determinadas patologías y la mejora del instrumental ha permitido en los últimos años que se realicen en nuestro país un mayor número de artroscopias de cadera con excelentes resultados.
Indicaciones
La artroscopia de cadera es una herramienta muy útil a la hora de diagnosticar, confirmar y tratar diferentes patologías de la articulación femoroacetabular. Desde patologías poco frecuentes como enfermedades de la sinovial o formaciones cartilaginosas que forman cuerpos libres dentro de la articulación, hasta patologías más frecuentes como los pinzamientos femoroacetabulares, cada vez más diagnosticados por nuestro mayor conocimiento o los grados moderados de artrosis, pueden beneficiarse de esta técnica aún desconocida por el público en general y por muchos profesionales de la medicina y la cirugía traumatológica.

Técnicas
La técnica de artroscopia de cadera, como el resto de técnicas artroscópicas, es de poca agresividad. Se suele realizar bajo anestesia epidural, con el paciente consciente o levemente sedado. La duración de la cirugía puede ser muy variada en función de la patología del paciente y la experiencia del cirujano, pero incluso en manos expertas, suelen ser cirugías que suelen alargarse más allá de las dos o tres horas.
El postoperatorio no suele ser muy problemático, al usarse pequeños orificios por los cuales se introducen las cánulas operatorias.
Los pacientes suelen permanecer hospitalizados durante uno o dos días y son dados de alta caminando por su pie con ayuda de dos muletas y un programa de rehabilitación que han iniciado durante su ingreso.

Rehabilitación
El programa de rehabilitación se suele adaptar al origen de la lesión que ha llevado al paciente a la cirugía. Habitualmente requieren un periodo de unas dos o tres semanas de uso de muletas con ejercicios de flexibilidad de su cadera. En pocos días inician movilizaciones en bicicleta estática y ejercicios en medio acuático, en piscina o si es posible en agua de mar.
Pronóstico
El seguimiento y pronóstico dependerán de la patología y no de la técnica empleada. En los casos de artrosis de cadera que se ha utilizado la técnica artroscópica, se ha observado un mayor tiempo hasta llegar al momento en el que estos pacientes necesitan ser intervenidos mediante una prótesis de cadera. De todos modos, si necesitan ser operados de prótesis, los pacientes que han sido sometidos a una artroscopia de cadera no tienen ningún problema sobreañadido. El uso añadido de plasma rico en factores de crecimiento ha sido utilizado por nuestro grupo desde 2001. Su uso en artroscopia de cadera es frecuente y lo consideramos como un paso más dentro de nuestro protocolo de cirugía para acelerar los procesos de curación.
